Washington / Nueva Delhi – Las tensiones comerciales entre Estados Unidos e India escalaron este miércoles luego de que la administración del presidente Donald Trump anunciara un aumento de los aranceles a las exportaciones indias, que pasan del 25 % al 50 %.
La medida se produce como respuesta directa a la decisión de Nueva Delhi de mantener sus importaciones de petróleo ruso, una estrategia que Washington considera un desafío a sus sanciones económicas contra Moscú.
Pese al impacto que esta decisión podría tener sobre sectores clave de la economía india, analistas aseguran que el país asiático mantiene cierta estabilidad financiera gracias a sus reservas internacionales de divisas y a la acción del Banco Central de la India, que ha intervenido para mitigar la volatilidad en los mercados.
Paralelamente, India busca reforzar sus vínculos estratégicos con China y Rusia, aunque la relación está marcada por desconfianzas históricas y diferencias geopolíticas. Esta triangulación podría alterar el equilibrio de poder en Asia y complicar aún más las relaciones de Nueva Delhi con Washington.
Con el nuevo arancel, se anticipan efectos inmediatos en rubros como la industria textil, farmacéutica y tecnológica, pilares de las exportaciones indias hacia el mercado estadounidense. A nivel global, el movimiento de Trump podría generar un reacomodo en las cadenas de suministro y abrir espacio a terceros países exportadores.
Expertos internacionales consideran que esta disputa podría convertirse en un nuevo frente de guerra comercial, en un momento en el que Estados Unidos también mantiene fricciones abiertas con China y México.