Mientras la ofensiva israelí se intensifica sobre Ciudad de Gaza, el Consejo de Seguridad de la ONU vivió una jornada marcada por la frustración diplomática. La propuesta de establecer un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente fue rechazada por el veto de Estados Unidos, único país en desacuerdo entre los 15 miembros del organismo.
La resolución, elaborada por los diez países no permanentes del Consejo, incluía exigencias claras: liberación de rehenes en poder de Hamas, eliminación de restricciones a la ayuda humanitaria y respeto al cese de hostilidades por todas las partes. El texto fue respaldado por Rusia, China, Francia y Reino Unido, pero no logró superar el veto estadounidense2.
Morgan Ortagus, representante de Estados Unidos ante la ONU, justificó la decisión alegando que el documento no condenaba a Hamas ni reconocía el derecho de Israel a defenderse. “Estados Unidos nunca aceptará esto. El presidente Trump nunca lo aceptará”, declaró Ortagus, calificando la resolución como “inaceptable” y “performativa”2.
La votación se llevó a cabo en medio de una nueva ofensiva terrestre y aérea israelí que ha provocado el desplazamiento de miles de palestinos hacia el sur. Las autoridades locales reportaron al menos 91 muertos en la jornada inicial, elevando el total de fallecidos desde el inicio del conflicto a más de 65.0002.
El documento también solicitaba que Israel levantara de inmediato todas las restricciones impuestas a la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. La ONU había declarado oficialmente una situación de hambruna en el enclave, donde más de dos millones de personas sobreviven bajo asedio constante3.
Este veto representa el sexto rechazo de Estados Unidos a resoluciones similares desde el inicio de la guerra en Gaza. La postura del país norteamericano ha sido consistente en señalar a Hamas como responsable del conflicto y en defender la legitimidad de las acciones israelíes.
Riyad Mansour, embajador palestino ante la ONU, expresó su decepción ante el resultado. “Puedo entender la rabia, la frustración y la desesperanza del pueblo palestino, que esperaba que esta sesión trajera algún alivio”, declaró durante la sesión del Consejo.
La resolución fallida se produce días antes de la Asamblea General de la ONU, donde se espera que varios países aliados de Estados Unidos impulsen el reconocimiento oficial del Estado palestino. Gaza sigue siendo el epicentro de una crisis que no encuentra salida diplomática.