El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, elevó nuevamente el tono de confrontación con Estados Unidos al asegurar que, si las circunstancias obligaran a su país a declararse como “república en armas”, el desenlace sería una “victoria” para el chavismo. El mandatario formuló estas declaraciones durante la conmemoración del 105 aniversario de la Aviación Militar Bolivariana, un evento transmitido por la televisión estatal.

Desde una intervención remota, y luciendo traje verde olivo con gorra roja, Maduro pidió a los miembros de la fuerza aérea mantener “serenidad imperturbable”, así como permanecer “alertas y listos” para la defensa del país. Aseguró que la institución castrense no fallará en la misión de resguardar la soberanía venezolana, a la que calificó como “patria libre”.

El jefe de Estado denunció que, desde hace 17 semanas, fuerzas extranjeras —a las que describió como “imperialistas”— intentan generar inestabilidad en el Caribe y Sudamérica con “argumentos falsos y extravagantes”, en referencia al creciente despliegue militar estadounidense en la región. Pese a ello, insistió en que Venezuela no ha doblegado su voluntad ante sanciones, bloqueo económico ni campañas de “guerra psicológica”.

Maduro recordó los ejercicios militares realizados en los últimos meses y los procesos de alistamiento civil para entrenamiento armado, los cuales, según él, forman parte de una estructura de defensa que combina a población, policía y Fuerza Armada en un mismo eje de coordinación. “Nuestro pueblo se ha preparado para defender su patria”, afirmó.

El líder chavista destacó las recientes maniobras cívico-militares como muestra de una “capacidad inmensa de comando y control”, y afirmó que en Venezuela se ha despertado una “fuerza fabulosa de resistencia popular” frente a las “presiones inmorales” de Washington.

La tensión entre ambos países se ha intensificado tras la llegada al Caribe del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande de la flota estadounidense, como parte de una operación contra narcotráfico y grupos que Estados Unidos califica de narcoterroristas. Este despliegue se da días después de que el Departamento de Estado designara al llamado Cartel de los Soles como organización terrorista, señalando a Maduro y altos mandos militares como parte de su estructura, una acusación que Caracas rechaza como “invento”.

A la crispación política se suma ahora un impacto directo en la conectividad aérea de Venezuela. En medio de advertencias del gobierno estadounidense sobre “riesgos potenciales” al sobrevolar el territorio venezolano, varias aerolíneas internacionales suspendieron vuelos hacia el país. En respuesta, Caracas revocó las concesiones a Iberia, TAP, Turkish Airlines, Avianca, Latam Colombia y Gol, profundizando la crisis en la movilidad aérea.

El escenario, marcado por tensión diplomática, advertencias militares y restricciones en el transporte internacional, eleva la incertidumbre sobre la estabilidad regional, mientras el gobierno venezolano insiste en que la defensa de su soberanía será “ineludible”.