Más de 75.000 libras de cocaína fueron decomisadas en el Océano Pacífico Oriental como parte de la Operación Víbora del Pacífico, según informó la Guardia Costera de Estados Unidos. Las acciones iniciaron a principios de agosto y se han traducido en más de 20 interdicciones en alta mar.
En estas operaciones también fueron aprehendidas 59 personas vinculadas al narcotráfico internacional. El decomiso equivale a un promedio diario superior a las 1.800 libras, lo que evidencia la magnitud del trasiego marítimo de drogas ilícitas desde Sudamérica.
La fuerza operativa desplegada incluye buques, aeronaves y equipos tácticos que trabajan de manera conjunta con agencias internacionales. El objetivo central es interceptar e interrumpir los cargamentos antes de que lleguen a costas estadounidenses.
El contralmirante Jeffrey Novak destacó que el operativo representa un hito en la lucha contra el crimen organizado. Señaló que la incautación de más de 34.900 kilos refleja el compromiso de desmantelar tanto a cárteles como a organizaciones terroristas extranjeras involucradas en el narcotráfico.
La vigilancia y detección previa recae en la Fuerza de Tarea Conjunta Interinstitucional Sur, con base en Florida, que rastrea el tránsito aéreo y marítimo de drogas. Una vez confirmado el objetivo, la fase de interdicción y captura pasa a manos de la Guardia Costera.
El Distrito Suroeste, con sede en Alameda, California, lidera estas operaciones en el Pacífico Oriental, considerado un corredor crítico para el tráfico de cocaína a gran escala.
La Guardia Costera recordó que su misión es permanente: proteger las fronteras marítimas de Estados Unidos, reducir el ingreso de sustancias ilícitas y frenar el poder financiero de los cárteles.
Este cuerpo militar, parte del Departamento de Seguridad Nacional, ratificó que seguirá actuando como primera línea en la interdicción marítima de drogas y como pieza clave de la defensa conjunta del país.