La Casa Blanca elevó hoy el nivel de tensión con Venezuela. El presidente Donald J. Trump aseguró que tres embarcaciones han sido atacadas por fuerzas estadounidenses en el Caribe, corrigiendo la cifra de dos incidentes reconocidos hasta este lunes.
La nueva afirmación fue hecha este martes en Washington, aunque el mandatario evitó ofrecer detalles específicos sobre la ubicación del tercer ataque, la fecha exacta o la identidad de la tripulación. Solo reiteró que las operaciones se realizaron en aguas internacionales y que los barcos estaban vinculados con actividades de narcotráfico.
El gobierno venezolano reaccionó con dureza, denunciando que se trata de “agresiones” contra embarcaciones civiles y advirtiendo que se estudian acciones diplomáticas y legales frente a organismos internacionales. Caracas insiste en que las víctimas no forman parte de grupos criminales y que los ataques constituyen una violación de la soberanía.
Las cifras de víctimas reconocidas hasta ahora incluyen once muertos en el primer ataque del 2 de septiembre y tres fallecidos en el segundo, anunciado el 15 de septiembre. Del tercero no se han difundido balances de bajas ni pruebas materiales que confirmen el supuesto transporte de drogas.
Organismos internacionales y defensores de derechos humanos han pedido claridad sobre las operaciones y han exigido evidencias que respalden los señalamientos de la administración estadounidense. Hasta el momento, no hay informes independientes que corroboren la existencia de un tercer barco.
Expertos legales señalan que Washington podría estar entrando en terreno de alta controversia jurídica. El uso de fuerza militar en alta mar contra embarcaciones extranjeras plantea dudas sobre la proporcionalidad y la legalidad de dichas acciones bajo el derecho internacional.
En contraste, el Pentágono respalda la narrativa oficial y argumenta que las acciones son parte de una ofensiva más amplia contra el narcotráfico que amenaza a Estados Unidos. Según fuentes militares, las operaciones continuarán si se detectan más embarcaciones sospechosas.La revelación de Trump cambia el panorama en el Caribe, abriendo un escenario incierto para la seguridad regional y la diplomacia hemisférica, justo en un momento de creciente polarización política en América Latina.