Tel Aviv, Israel — El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reafirmó este lunes que la ofensiva militar en la Franja de Gaza seguirá en marcha hasta cumplir con lo que considera dos objetivos fundamentales e inseparables: la eliminación total del grupo islamista Hamás y el retorno de los rehenes israelíes que aún permanecen cautivos.
“Tenemos una tarea que completar: la eliminación de Hamás y el regreso de nuestros rehenes. No nos rendiremos ni un instante. Son dos objetivos interrelacionados”, declaró Netanyahu durante una visita a la sede del Directorio de Inteligencia Militar, el principal órgano de inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El líder israelí sostuvo que no tiene “ninguna duda” de que estos objetivos son alcanzables, y puso como ejemplo la reciente confrontación con Irán, a la que calificó como un “logro enorme de proporciones históricas”. “La combinación entre el plano político, las fuerzas armadas, la inteligencia y la aviación dio como resultado una acción contundente y efectiva”, aseguró.
Estas declaraciones se dan en medio de crecientes críticas internacionales y, por primera vez, con fuertes acusaciones internas. Las organizaciones israelíes B’Tselem y Médicos por los Derechos Humanos-Israel (PHRI) denunciaron este lunes que el Gobierno de Israel estaría cometiendo un genocidio en Gaza, utilizando por primera vez ese término en el contexto del conflicto.
La acusación marca un punto de inflexión en el debate dentro del propio Israel sobre el costo humano de la operación militar iniciada tras los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023.
Desde entonces, el Ministerio de Sanidad de Gaza, bajo administración de Hamás, ha informado que cerca de 60.000 palestinos han muerto y decenas de miles han resultado heridos. La ofensiva, que se ha extendido durante más de nueve meses, ha provocado una devastación sin precedentes en la Franja.
Mientras crece la presión desde organismos internacionales y defensores de derechos humanos para un alto al fuego, el Gobierno israelí insiste en que no cesará sus operaciones hasta erradicar por completo a Hamás, considerado por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea como una organización terrorista.
La guerra continúa escalando en complejidad y polarización, en medio de denuncias, bloqueos humanitarios, y una creciente fractura entre la seguridad nacional israelí y las consecuencias humanitarias sobre la población civil palestina.