Kabul, 15 de julio de 2025.- El repentino y masivo retorno de afganos desde Irán está poniendo al borde del colapso a los sistemas de apoyo humanitario en Afganistán, advirtió este martes una alta funcionaria de las Naciones Unidas. De acuerdo con los informes, decenas de miles de personas cruzan diariamente la frontera en condiciones extremas: exhaustas, sin recursos y en muchos casos con profundas secuelas psicológicas debido al desplazamiento forzado y a las difíciles condiciones que enfrentaron durante su estancia en Irán.
“La magnitud y el ritmo del retorno son simplemente insostenibles para la capacidad actual del sistema humanitario en Afganistán”, declaró la funcionaria, quien reiteró el llamado urgente a la comunidad internacional para aumentar los fondos y la asistencia logística.
Un flujo incontrolable
Las autoridades humanitarias han registrado un aumento exponencial de afganos retornados desde principios de julio, una situación impulsada por múltiples factores: restricciones migratorias en Irán, una economía cada vez más precaria en ambos países, y recientes operativos de deportación masiva por parte de las autoridades iraníes. Muchos de los retornados relatan experiencias de discriminación, detención arbitraria y violencia, además de no haber tenido acceso a servicios básicos.
“Llegamos con lo puesto, sin comida, sin dinero y con los niños enfermos”, dijo Farida, una madre de cuatro hijos entrevistada en un puesto fronterizo, que caminó por más de 100 kilómetros desde Mashhad hasta la frontera con Afganistán.
Capacidad humanitaria al límite
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y organizaciones asociadas han levantado centros de recepción en zonas fronterizas como Islam Qala y Zaranj, pero los recursos son insuficientes. “Los refugios están saturados, faltan medicamentos, agua potable y alimentos básicos. No podemos atender este flujo sin una respuesta internacional robusta”, añadió la vocera de la ONU.
Actualmente, Afganistán enfrenta una de las peores crisis humanitarias del mundo, con más de 25 millones de personas en necesidad de asistencia y un sistema de salud colapsado, agravado por sanciones, sequías recurrentes y una economía paralizada tras la toma del poder por parte del Talibán en 2021.
Llamado urgente a la comunidad internacional
Las Naciones Unidas han solicitado fondos adicionales de emergencia para escalar la respuesta ante este nuevo flujo migratorio, alertando que de no intervenir con rapidez, se avecina una catástrofe humanitaria aún mayor.
“La comunidad internacional no puede voltear la mirada. Este no es solo un problema fronterizo, es un reflejo del sufrimiento humano que se acumula cuando los sistemas colapsan y la cooperación internacional se retrasa”, concluyó la funcionaria.