Petro aseguró que Colombia colaborará plenamente con las autoridades estadounidenses para evitar que insumos para la producción de fentanilo lleguen al país. “Extradité un colombiano por producción de fentanilo, pero leyendo su caso, este colombiano producía el fentanilo en Pensilvania”, explicó, destacando la responsabilidad compartida en el control de la droga.

“Es un arma de destrucción masiva y EE. UU. debe cuidar que se deje de producir mayoritariamente en su territorio”, enfatizó el mandatario, subrayando que la lucha contra esta droga requiere cooperación internacional y acciones en los lugares donde se fabrica.

En relación con la situación política en Venezuela, Petro aseguró que Nicolás Maduro es un dictador por concentrar poderes, pero cuestionó la narrativa estadounidense que lo vincula con el narcotráfico. “No hay ninguna evidencia en Colombia que sea narco. Esa es narrativa de EE. UU.”, señaló.

Petro también abordó la figura del político chileno José Antonio Kast, a quien describió como descendiente de la generación alemana vinculada al nazismo. “Kast es hijo y creyente de los Nazis. Pertenece a la generación alemana que escapó de Alemania no por salvarse de Hitler, sino por salvarse de la derrota de Hitler”, precisó.

El presidente colombiano explicó que se llama dictador a alguien que roba elecciones o derroca un presidente electo, y comparó esto con la historia política de Colombia, señalando que gran parte de su tiempo histórico estuvo marcada por elecciones fraudulentas, gobernanza paramilitar y estados de sitio prolongados.

“Hitler subió elegido por su sociedad con una minoría relativa. La división de la izquierda alemana, mayoritaria, y el miedo del gran Capital a las reformas sociales, les hizo entregarle el poder y nombrarlo canciller. Los Nazis no son solo dictadores sino genocidas”, agregó Petro, contextualizando su análisis histórico y político.

Con estas declaraciones, Petro busca contextualizar la lucha contra el narcotráfico y los fenómenos políticos internacionales, mientras reafirma la postura de Colombia frente a la cooperación con Estados Unidos y la necesidad de analizar críticamente las narrativas externas sobre la región.