En un tono desafiante y con acusaciones de alto calibre, el general en condición de retiro Romeo Vásquez Velásquez reapareció este jueves con otro de sus ya frecuentes videos, afirmando que posee “información de inteligencia” que revelaría un presunto plan de magnicidio en el país. Sin presentar evidencias, señaló directamente al Partido Libertad y Refundación (Libre) como el responsable de estos supuestos preparativos.

Vásquez Velásquez, quien encabezó el quiebre institucional de 2009, sostuvo que el país “vive momentos delicados” y que la comunidad internacional debe estar atenta. Aseguró que Libre está fraguando un golpe de Estado y que busca movilizar a sus simpatizantes para generar caos en las calles y desacreditar el proceso electoral, aún en curso.

En su mensaje, el general retirado advirtió que cualquier atentado contra las consejeras del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall y Cossette López, provocaría una reacción masiva. “Van a encender al pueblo hondureño”, afirmó, responsabilizando a la dirigencia de Libre de cualquier escenario de violencia.

Asimismo, acusó a figuras específicas del oficialismo: Manuel Zelaya Rosales, la presidenta Xiomara Castro, el fiscal general, Luis Redondo, Rixi Moncada y Enrique Flores Lanza. Según él, todos deben “aceptar la derrota por Honduras y por las familias hondureñas que quieren paz y tranquilidad”.

En el video, agregó una advertencia aún más grave: “Tengo información de inteligencia que quieren hacer un magnicidio, por eso dice el Himno Nacional, serán muchos Honduras tus muertos, pero todos caerán con honor. Estoy listo para ofrendar mi vida”. Sus palabras aumentaron el clima de tensión en una coyuntura política ya marcada por la incertidumbre.

El proceso electoral en Honduras aún no ha concluido oficialmente, con actas pendientes de revisión y un escrutinio especial en marcha. En este escenario, las denuncias sin sustento y los mensajes incendiarios han contribuido a alimentar el temor entre la población.

Sectores de oposición han señalado que el partido en el poder, tras verse desfavorecido en los resultados preliminares, estaría estimulando protestas y presión en las calles con el objetivo de deslegitimar las elecciones y prolongar su permanencia en el gobierno. En este contexto, las declaraciones del general se suman a una narrativa de polarización extrema.

Mientras tanto, organismos internacionales y observadores han pedido prudencia, respeto al marco legal y evitar discursos que puedan desencadenar violencia. Honduras continúa a la espera de un resultado definitivo, atrapada entre expectativas ciudadanas, tensiones político-partidarias y una creciente ola de desinformación.