La presidenta Xiomara Castro encabezó este viernes la inauguración del Laboratorio Nacional de Vigilancia de la Salud, un proyecto que marca un hito en la infraestructura sanitaria del país. El acto contó con la presencia del embajador de Japón en Honduras, Kazuhiro Nakai, quien fue reconocido por el apoyo decisivo de su nación.
El gobierno hondureño agradeció al pueblo japonés por la donación de 9.6 millones de dólares, inversión que permitió hacer realidad esta obra estratégica para la salud pública. La mandataria destacó que este aporte refleja la sólida relación de cooperación entre ambos países.
Durante su discurso, Castro subrayó que el laboratorio no solo atenderá la demanda nacional, sino que también abrirá la posibilidad de ofrecer servicios especializados a países vecinos, consolidando a Honduras como un referente regional en vigilancia epidemiológica.
Por su parte, el embajador Nakai Kazuhiro resaltó que, pese a los desafíos enfrentados en el proceso de construcción, la colaboración entre los gobiernos de Japón y Honduras permitió culminar con éxito el proyecto. “Este laboratorio será clave para responder a enfermedades contagiosas”, afirmó.
La mandataria hondureña expresó su gratitud hacia Japón, reconociendo que el apoyo de esa nación ha sido fundamental en diversas áreas del progreso nacional, desde infraestructura hasta programas sociales.
El nuevo centro de vigilancia se convierte en una herramienta esencial para fortalecer la capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias, especialmente en un contexto global donde los brotes epidémicos representan un desafío constante.
La inauguración del laboratorio también simboliza un paso hacia la modernización del sistema de salud hondureño, con tecnología de punta y personal capacitado para enfrentar retos epidemiológicos.
Con este proyecto, Honduras busca no solo proteger a su población, sino también contribuir a la seguridad sanitaria de la región centroamericana, reafirmando su compromiso con la cooperación internacional y la salud pública.
