El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este martes que los días del mandatario venezolano Nicolás Maduro están “contados”, en medio de crecientes tensiones entre ambos países y una presencia militar estadounidense sin precedentes en la región.
Trump evitó confirmar o descartar la posibilidad de una invasión terrestre a Venezuela. “No quiero confirmarlo ni descartarlo. No quiero hablar de eso. ¿Por qué hablaría de eso con Politico, una publicación tan hostil conmigo?”, respondió a la periodista Dasha Burns.
El Gobierno de Trump, que no reconoce la legitimidad de Maduro y lo acusa de liderar el denominado Cartel de los Soles, ha desplegado desde mediados de año tropas y recursos estratégicos en el Caribe y el Pacífico con el argumento de combatir el narcotráfico.
La operación, denominada Lanza del Sur, ha destruido más de veinte embarcaciones supuestamente cargadas con drogas y ha provocado la muerte de al menos 80 personas calificadas por Washington como “narcoterroristas”, según reportes oficiales.
A pesar de la tensión creciente, Trump y Maduro mantuvieron en noviembre una conversación telefónica descrita por fuentes del The Washington Post como cordial, en la que el presidente estadounidense expresó su deseo de que Maduro renunciara al poder, sin establecer plazos ni ultimátums.
El mandatario estadounidense ha reiterado en varias ocasiones que próximamente comenzarán los ataques contra el narcotráfico dentro del territorio venezolano, reforzando la narrativa de presión directa sobre el régimen de Caracas.
Analistas internacionales advierten que la retórica de Trump, combinada con operaciones militares directas, podría aumentar la inestabilidad regional y elevar el riesgo de un conflicto abierto, aunque la diplomacia sigue siendo un factor activo entre Washington y Caracas.
El futuro de Maduro se mantiene en el centro del debate geopolítico. Mientras Trump continúa con su estrategia de presión y amenaza implícita de intervención, la comunidad internacional observa de cerca los movimientos militares y las posibles repercusiones humanitarias en Venezuela.
