El candidato presidencial Salvador Nasralla volvió a colocarse en el centro del debate público tras defenderse de nuevas acusaciones y versiones que lo vinculan con supuestos ingresos irregulares. En una intervención contundente, aseguró que desde 1977 ha declarado todas sus ganancias sin excepción, convirtiéndose —según él— en uno de los pocos hondureños que puede afirmarlo con total transparencia.

Nasralla insistió en que no tiene nada que ocultar y retó a las autoridades a investigarlo si así lo consideran necesario. “Soy una persona de valores y principios, que me investiguen”, afirmó, subrayando que su historial personal y profesional respalda su discurso anticorrupción.

El aspirante presidencial afirmó que los cuestionamientos que enfrenta provienen de sectores interesados en desacreditar su imagen, especialmente ahora que la contienda electoral se encuentra en una fase decisiva. “Los ataques vienen de quienes se sienten amenazados por mi propuesta de cambio”, expresó.

Durante su declaración, Nasralla dirigió duras críticas a la clase política tradicional, a la que acusó de ver el poder como una oportunidad para enriquecerse a costa de los recursos públicos. “Todos los que llegan al poder llegan con un objetivo que es robarse la mayor parte de los 460 mil millones de lempiras”, señaló sin rodeos.

El líder del Partido Salvador de Honduras (PSH) argumentó que su vida pública, expuesta por décadas en los medios de comunicación, es prueba de que no ha acumulado fortunas inexplicables ni ha cometido actos ilícitos. Aseguró que, a diferencia de otros políticos, su patrimonio puede ser rastreado fácilmente.

Asimismo, Nasralla afirmó que su compromiso con la transparencia no es reciente ni coyuntural, sino una postura que ha defendido desde que comenzó su carrera profesional. Según él, la rendición de cuentas es la única forma de recuperar la confianza ciudadana en sus gobernantes.

El candidato también sugirió que los señalamientos en su contra buscan desviar la atención de los verdaderos problemas del país, como la corrupción estructural y el manejo irregular de los fondos estatales. “Quieren confundir a la gente para que no hable de los que realmente han saqueado Honduras”, añadió.

Finalmente, Nasralla sostuvo que continuará promoviendo una campaña basada en la ética y la transparencia, reiterando que está dispuesto a someterse a cualquier investigación. “No tengo miedo porque no he cometido nada indebido”, concluyó, poniendo el énfasis en que su mayor fortaleza es su trayectoria limpia ante los ojos del público.