La violencia contra la prensa volvió a quedar expuesta este sábado cuando el equipo de HCH, integrado por el periodista Luis Anariba y su camarógrafo, terminó siendo expulsado entre insultos y agresiones físicas de la sede del Partido Libertad y Refundación (Libre). La situación se produjo mientras ambos intentaban dar cobertura a una actividad convocada por el expresidente José Manuel Zelaya.

Anariba relató que su llegada al lugar tenía un único propósito: ejercer su trabajo periodístico. Sin embargo, la reacción por parte de ciertos colectivos de Libre fue inmediata y hostil. “Nosotros solo venimos a cubrir un evento, no somos partícipes de ningún partido. Solo hacemos nuestro trabajo”, expresó, aún aturdido por los golpes. Según detalló, los agresores los llamaron “traidores” antes de lanzarles agua, latas de cerveza y botellas, una de las cuales impactó en su cabeza.

Este no sería un hecho aislado. El periodista aseguró que varios corresponsales de HCH han sufrido ataques similares cuando intentan cubrir actividades relacionadas con el partido oficialista. “No es la primera vez que algunos de estos colectivos actúan de esta manera”, lamentó.

Pese a la agresividad con la que comenzó el incidente, Anariba confirmó que parte de la dirigencia de Libre reaccionó de forma distinta. Algunos directivos, según indicó, intervinieron para protegerlos y facilitar su salida del lugar, evitando que la violencia escalara aún más.

El hecho vuelve a encender el debate sobre la seguridad de los comunicadores y las garantías para el ejercicio del periodismo en el país, especialmente en contextos políticos polarizados y bajo ambientes de creciente intolerancia.