El gobierno de China endureció su respaldo político a Nicolás Maduro en un momento de fuertes tensiones geoestratégicas en el Caribe. Según reportó el diario South China Morning Post, el presidente Xi Jinping envió un mensaje directo al mandatario venezolano, calificando la relación bilateral como la de “amigos íntimos, queridos hermanos y buenos socios”, en lo que representa uno de los gestos diplomáticos más enfáticos de Beijing hacia Caracas en los últimos años.
El mensaje, difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, subraya que China continuará apoyando al país sudamericano en su intento por “salvaguardar su soberanía y seguridad nacional, la dignidad de la nación y la estabilidad social”. Xi también aseguró que Pekín se opone “firmemente” a cualquier forma de intervención de fuerzas externas en los asuntos internos venezolanos, una referencia directa a la creciente presencia militar de Estados Unidos en la región.
El South China Morning Post informó que estas declaraciones surgen mientras en el Caribe se intensifica la actividad de la Marina estadounidense, que en semanas recientes ha aumentado sus operaciones contra embarcaciones sospechosas de trasladar sustancias ilegales desde Venezuela. Este despliegue, el mayor desde la guerra del Golfo según el Miami Herald, incluye al USS Gerald Ford, considerado el portaaviones más avanzado del arsenal naval estadounidense.
Expertos consultados por ese medio señalan que la movilización militar ha despertado inquietudes sobre un posible escenario de incursiones más profundas dentro del territorio venezolano, algo que podría reconfigurar de manera radical la dinámica de seguridad regional. La posibilidad de una escalada directa entre Washington y Caracas pondría a prueba, quizá como nunca antes, la amplitud del apoyo chino al régimen de Maduro.
El Miami Herald también recordó que la alianza entre Beijing y Caracas no es reciente: China ha destinado al país sudamericano miles de millones de dólares en préstamos preferenciales, tecnología de vigilancia y asistencia médica a lo largo de más de una década. Pero el periódico advierte que, en la actualidad, el gobierno de Maduro estaría reforzando sus vínculos no solo con Beijing, sino también con Moscú y Teherán, en un intento por reestructurar y fortalecer las capacidades del debilitado ejército venezolano.
Mientras tanto, la intensificación naval de Estados Unidos en el Caribe ha generado un clima de incertidumbre en los análisis internacionales. La pregunta que se repite en círculos diplomáticos y militares es si Washington se está preparando para un choque más frontal con Venezuela, un movimiento que podría amplificar la rivalidad estratégica entre Estados Unidos y China en una zona históricamente sensible para ambas potencias.
En medio de este tablero geopolítico cada vez más cargado, el respaldo de Xi Jinping llega como un mensaje calculado: China no solo mantiene su alianza con Caracas, sino que además está dispuesta a reafirmarla justo cuando el escenario militar alrededor de Venezuela vuelve a encender alarmas.
