Honduras se prepara para una noche fuera de lo común. Este miércoles 20 de noviembre, el país experimentará una oscuridad prolongada provocada por la combinación de dos eventos astronómicos que rara vez coinciden: la fase de Luna nueva y el apogeo lunar, el punto en el que el satélite natural se sitúa más lejos de la Tierra.
La conjunción hará que la Luna sea prácticamente imperceptible, dejando el firmamento completamente despejado para un espectáculo natural que no se observa con frecuencia en la región. Astrónomos locales han calificado el fenómeno como una “ventana perfecta” para la observación del cielo profundo.
En ciudades como San Pedro Sula, el sol se ocultará a las 5:17 p.m. del 19 de noviembre y volverá a asomarse hasta las 5:58 a.m. del día siguiente. Esto supone más de 12 horas y 40 minutos de oscuridad continua, un escenario que favorecerá la visibilidad de estrellas, nebulosas y galaxias normalmente difíciles de apreciar.
Expertos hondureños explican que esta “oscuridad astronómica” permitirá distinguir con claridad la Vía Láctea, el cúmulo estelar de las Pléyades y la galaxia de Andrómeda, incluso sin equipo especializado. Para los aficionados a la astronomía, será una oportunidad ideal para fotografiar el cielo nocturno; para quienes nunca han visto un firmamento completamente limpio, será una experiencia inolvidable.
El fenómeno también promete un momento de pausa y contemplación para miles de hondureños, desde las zonas rurales donde la contaminación lumínica es mínima, hasta las grandes ciudades donde la oscuridad total es cada vez más difícil de experimentar.
La comunidad científica recomienda buscar espacios alejados de luces artificiales, permitir que la vista se adapte a la oscuridad y disfrutar del espectáculo sin prisas. Una noche para levantar la mirada y reencontrarse con el universo.