En medio de crecientes tensiones geopolíticas y una serie de movimientos sísmicos en el occidente del país, Venezuela llevó a cabo este sábado un simulacro nacional de emergencias, con la participación de 11.767 funcionarios y miles de ciudadanos en todo el territorio.

La jornada fue convocada por el presidente Nicolás Maduro tras registrarse 10 sismos y 21 réplicas en estados como Zulia, Lara y Barinas. El mandatario aseguró que el país está “organizado y preparado para cualquier eventualidad”, destacando la disciplina y conciencia de los participantes.

El ejercicio incluyó escenarios como terremotos, tsunamis, incendios, ataques bélicos, intoxicaciones masivas y eventos tecnológicos. Se activaron hospitales, escuelas, empresas públicas y sistemas de transporte para validar protocolos de respuesta.

Maduro felicitó la masiva participación del pueblo venezolano, señalando que “la articulación entre el pueblo y el Estado es la mayor fortaleza” de la nación. A través de Telegram, reiteró que “aquí nadie improvisa” y que la estabilidad se defiende con “preparación, unión y amor por la vida”.

El simulacro se desarrolló en 411 puntos del país, desde zonas urbanas hasta rurales y costeras. Protección Civil, bomberos, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), cuerpos policiales y brigadas escolares participaron activamente.

Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia, explicó que esta actividad también forma parte del proceso de alistamiento de milicianos ante lo que calificó como “agresión del imperialismo”. Señaló que las amenazas de EE.UU. se han intensificado desde agosto.

El despliegue militar estadounidense en el Caribe, con ocho buques de guerra y un submarino nuclear, ha sido denunciado por Caracas como una amenaza directa. Venezuela considera declarar estado de excepción si se detecta una agresión militar.

A pesar de la magnitud del simulacro, en algunas zonas de Caracas la jornada pasó desapercibida. Sin embargo, el Gobierno insiste en que la preparación ciudadana es clave para enfrentar cualquier contingencia sin caer en el caos.