El Atlántico Norte vuelve a centrar la atención internacional con la evolución de varios fenómenos meteorológicos de gran intensidad. El huracán Gabrielle se dirige hacia las islas Azores y se prevé que empiece a afectar la zona a partir de la noche del jueves con lluvias torrenciales y fuertes ráfagas de viento. Las autoridades locales ya han activado planes de contingencia y recomiendan a la población resguardarse y atender a los comunicados oficiales.

Mientras tanto, la tormenta tropical Humberto, formada recientemente, avanza con trayectoria hacia el archipiélago de Bermudas. De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC), se espera que Humberto gane fuerza en los próximos días, lo que mantiene en alerta a la región insular, conocida por su vulnerabilidad frente a sistemas ciclónicos intensos.

El panorama meteorológico en el Caribe y el Atlántico no termina ahí. Una onda tropical activa, ubicada al este de las Bahamas, tiene un 80% de probabilidades de convertirse en tormenta tropical durante este fin de semana. Especialistas advierten que el sistema cuenta con las condiciones favorables para intensificarse rápidamente, lo que podría sumar un nuevo ciclón al mapa en plena temporada alta de huracanes.

La simultaneidad de estos fenómenos pone de relieve la intensidad de la actual temporada ciclónica. Expertos en meteorología destacan que el Atlántico presenta temperaturas de superficie más cálidas de lo habitual, lo que ha favorecido la rápida formación y fortalecimiento de tormentas. La situación mantiene bajo vigilancia tanto a países del Caribe como a territorios europeos dependientes, entre ellos Portugal, por el riesgo que Gabrielle representa para las Azores.

El NHC y organismos europeos de meteorología insisten en la importancia de seguir los reportes oficiales ante la rapidez con la que pueden variar las trayectorias y la fuerza de estos sistemas. La experiencia en años recientes demuestra que la falta de preparación puede multiplicar los daños.

Las autoridades de las Bermudas y de las Azores trabajan ya en coordinación con organismos internacionales para monitorear los cambios en tiempo real. Se anticipan restricciones en la navegación y posibles interrupciones en servicios básicos a medida que Gabrielle e Humberto se acerquen a las costas.

De confirmarse la formación de una tercera tormenta en el Atlántico, la región enfrentaría un escenario de vigilancia simultánea de tres sistemas, algo que no es común pero que refleja la alta actividad de este 2025.

En este contexto, la población de las áreas en riesgo recibe constantes llamados a mantenerse informada, preparar suministros básicos y atender a las instrucciones de protección civil. Los próximos días serán decisivos para determinar la magnitud del impacto en las Azores, Bermudas y posiblemente en las Bahamas.