La candidata presidencial y dirigente del Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, arremetió contra el Consejo Nacional Electoral (CNE), al que acusó de haber “asesinado la incipiente democracia” de Honduras al proclamar al llamado “presidente electo”, decisión que calificó como una imposición extranjera dictada, según sus palabras, por intereses del “imperio”.
En su declaración pública, Moncada sostuvo que el pueblo hondureño “no es ingenuo” y que reconoce lo ocurrido como un fraude electoral, afirmando que la voluntad popular fue violentada mediante mecanismos ajenos a la soberanía nacional y contrarios al espíritu democrático.
La dirigente de Libre fue más allá al calificar la declaratoria oficial como un acto de traición a la patria, asegurando que la comunidad internacional debe conocer que el proclamado presidente responde, según denunció, a sectores empresariales que habrían solicitado la intervención directa del expresidente estadounidense Donald Trump.
En ese mismo contexto, Moncada denunció que durante el período de silencio electoral se habrían financiado y difundido mensajes masivos de carácter amenazante dirigidos a votantes que reciben remesas, con el propósito —según afirmó— de infundir miedo y manipular la decisión ciudadana.
La candidata aseguró que existen pruebas documentales y técnicas que respaldan estas denuncias, y advirtió que tales prácticas constituyen una grave violación a los derechos políticos de miles de hondureños, especialmente de los sectores más vulnerables.
Con un discurso frontal, Moncada apuntó directamente contra el bipartidismo tradicional, al que responsabilizó de haber dejado “huellas claras” de un plan fraudulento que, dijo, se evidenciaría en 26 audios que deben ser investigados “hasta las últimas consecuencias”.
“El plan se ha consumado hoy”, expresó la dirigente, aunque añadió que mantiene la convicción de que la verdad “es inmutable y eterna”, sugiriendo que los hechos denunciados terminarán saliendo a la luz pese a los intentos de encubrimiento.
Asimismo, reiteró sus cuestionamientos al sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), al que acusó de operar con “dolosas trampas” y de permitir la manipulación de miles de actas, generando —según dijo— sombras y dudas donde debía prevalecer la transparencia.
En uno de los pasajes más duros de su pronunciamiento, Moncada señaló a las consejeras del CNE, afirmando que con su firma sellaron “una vergonzosa página de traición”, comparando su actuación con una entrega del país “al precio del dólar”, mediante el uso del miedo, la coacción y la injerencia extranjera.
Finalmente, la candidata presidencial reafirmó su compromiso político y social con la ciudadanía, asegurando que se mantendrá firme en resistencia junto al pueblo hondureño. Al cerrar su mensaje, evocó el significado de la Navidad como un tiempo de fe cristiana, esperanza y fortaleza espiritual ante la crisis que, según expresó, atraviesa la democracia del país.
