El Ministerio Público (MP) publicó este jueves un comunicado inesperado en el que rechaza haber solicitado a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) una orden de captura contra las consejeras del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall y Cossette López. La institución reaccionó así a un señalamiento que encendió el debate nacional y que fue difundido horas antes por el periodista Renato Álvarez.
Durante la emisión estelar de TN5, Álvarez afirmó que una “fuente de total confianza” le reveló que el fiscal general, Johel Zelaya, habría pedido a la CSJ proceder contra las consejeras del ente electoral. El comunicador detalló que decidió hacer pública esa información como un acto de responsabilidad frente a lo que consideró una amenaza a la democracia.
En su intervención, Álvarez advirtió que detener a ambas funcionarias en plena disputa postelectoral sería un golpe devastador al orden institucional. Explicó además que su objetivo al denunciarlo no era generar pánico, sino prevenir una escalada de tensión política que pudiera salirse de control.
El periodista también mencionó que esperaba que el vocero del MP, Yuri Mora, interviniera en directo para negar la información, un gesto que –según dijo– ocurre habitualmente cuando surgen rumores delicados. Sin embargo, tal aclaración no llegó durante la transmisión televisiva, lo que dio más fuerza al debate en redes sociales.
Horas más tarde, el MP difundió un escueto comunicado negando la existencia de cualquier solicitud de captura. La brevedad del documento, sin explicar contexto ni detallar si existen investigaciones relacionadas, provocó reacciones mixtas: unos celebraron la aclaración, otros señalaron que dejó más vacíos que certezas.
La controversia tomó fuerza al coincidir con el ambiente de polarización que rodea el proceso electoral, el cual permanece inconcluso y bajo múltiples cuestionamientos. La sola posibilidad de un intento de captura contra las consejeras Hall y López generó preocupación entre sectores ciudadanos y observadores internacionales.
Analistas señalaron que el episodio revela la fragilidad de la comunicación institucional en un momento crítico para el país. La falta de una respuesta inmediata en vivo, sumada al tono ambiguo del comunicado, alimentó teorías contrapuestas sobre si la información de Álvarez fue incorrecta o si existió un intento de maniobra política que se frenó a última hora.
Mientras tanto, Honduras continúa sumida en un clima tenso, marcado por rumores, versiones encontradas y un debilitado nivel de confianza en las instituciones. El cruce entre el MP y uno de los periodistas más influyentes del país se suma a una serie de episodios que ilustran la complejidad del panorama postelectoral.