La discusión sobre el futuro del proceso electoral en Honduras tomó un nuevo rumbo este sábado, cuando el presidenciable del Partido Liberal, Salvador Nasralla, aclaró que no solicitará la anulación de las elecciones generales de 2025, pese a la creciente presión de diversos sectores. Su apuesta, dijo, es otra: revisar el escrutinio completo, acta por acta, con supervisión de todas las fuerzas políticas.
Para Nasralla, la clave para resolver la incertidumbre no está en repetir los comicios, sino en rescatar la credibilidad del proceso que ya se realizó. “No hay que anular las elecciones, hay que poner a alguien que cuente lo que ya se votó. Las elecciones fueron limpias”, reiteró al justificar su llamado a un recuento profundo y transparente. A su juicio, la voluntad popular ya fue expresada y no corresponde someter al país a otro proceso electoral.
El líder liberal insistió en que el problema no reside en la jornada de votación, sino en lo que vino después: la transmisión y consolidación de resultados, etapa en la que asegura se generaron las mayores dudas y retrasos. De ahí que su propuesta se centre en un mecanismo que garantice trazabilidad y presencia de todas las partes involucradas para restituir la confianza ciudadana.
Nasralla fundamentó su postura en la necesidad de “rescatar la transparencia” y ofrecer a la población la certeza de que los resultados finales reflejarán con fidelidad lo que ocurrió en las urnas el 30 de noviembre. Según explicó, esa es la única vía para que el país avance sin cuestionamientos ni sombras sobre la legitimidad del próximo gobierno.