El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró en una entrevista con la BBC que los aranceles impuestos por Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump terminarán afectando directamente al consumidor estadounidense. Según el mandatario, productos clave como el café y la carne de res encarecerán sus precios debido a la medida.

En sus declaraciones, Lula afirmó que no mantiene ningún tipo de vínculo con Trump y que nunca intentó llamarlo porque, según él, “nunca quiso conversar”. Pese a los mensajes del republicano de que podía ser contactado en cualquier momento, Lula señaló que nunca hubo voluntad de diálogo por parte de Washington.

El jefe de Estado calificó las tarifas como “eminentemente políticas”, al tiempo que subrayó que los errores de la Casa Blanca recaerán sobre la población norteamericana. “El pueblo estadounidense pagará por los errores que el presidente Trump está cometiendo en su relación con Brasil”, puntualizó.

Los aranceles del 50 % entraron en vigor en julio pasado, tras la polémica en torno a los cargos por intento de golpe de Estado contra Jair Bolsonaro. Pese a que Estados Unidos mantiene un superávit comercial con Brasil, la medida afectó sectores clave de la economía brasileña.

El mandatario sudamericano también criticó la falta de formalidad en las comunicaciones de Trump, al asegurar que se enteró de los aranceles a través de los periódicos brasileños. “No se comunicó de manera civilizada. Simplemente los publicó en su portal, en las redes sociales”, señaló Lula.

En este escenario, Brasil ha reforzado sus vínculos con otros actores internacionales. Lula destacó que mantiene relaciones fluidas con gobiernos de la Unión Europea, China, Venezuela, Ucrania y el Reino Unido, contrastando con el aislamiento en su trato con la actual Casa Blanca.

Para el presidente brasileño, la ausencia de diálogo marca un quiebre inusual en la diplomacia bilateral. Recordó que durante sus anteriores mandatos logró construir puentes con expresidentes estadounidenses, mientras que hoy la relación con Washington atraviesa un punto crítico.

Las declaraciones de Lula reflejan el creciente distanciamiento entre Brasil y Estados Unidos en materia comercial y política, abriendo la puerta a un reacomodo de alianzas en el escenario internacional.