El activista conservador pro-israelí Charlie Kirk murió tras recibir un disparo durante un evento universitario en Utah. Testigos grabaron el momento exacto en que la bala le impactó en el cuello, provocando su desplome en medio de la presentación. Fue trasladado de urgencia al hospital, donde fue sometido a cirugía, pero falleció horas después.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó el deceso y decretó duelo nacional. Ordenó que las banderas ondeen a media asta hasta la noche del domingo y anunció que Kirk recibirá, de manera póstuma, la Medalla Presidencial de la Libertad. La víctima deja esposa y dos hijos.

Las Fuerzas de Defensa de Israel reaccionaron señalando que el crimen ha generado gran conmoción en ese país. El primer ministro Benjamin Netanyahu escribió en sus redes que Kirk fue asesinado “por decir la verdad y defender la libertad”. Lo describió como un amigo de Israel con “corazón de león” y reveló que apenas dos semanas antes lo había invitado a visitar Jerusalén.

La investigación avanza con rapidez. El FBI confirmó que cuenta con imágenes claras del atacante, descrito como un individuo en edad universitaria. Además, en la zona boscosa donde se escondió, las autoridades localizaron un arma de alto poder con huellas dactilares que ya están bajo análisis.

El Wall Street Journal reveló detalles inquietantes: el rifle usado en el ataque contenía munición marcada con mensajes relacionados con la comunidad transgénero y consignas de ideología antifascista. Los investigadores estudian la conexión entre esos símbolos y la motivación del asesino.

Charlie Kirk era una de las figuras más visibles de la derecha estadounidense. Su discurso en defensa de Israel y sus constantes críticas a movimientos progresistas lo convirtieron en un personaje polémico, admirado por sus seguidores y cuestionado por sus opositores.

La noticia ha provocado reacciones internacionales. Netanyahu destacó que la pérdida no solo afecta a Estados Unidos, sino también a Israel y a quienes comparten la causa que defendía el activista. “Su orgullo por Estados Unidos y su fe en la libertad de expresión tendrán un impacto duradero”, expresó.

El asesinato ha encendido nuevamente el debate sobre la violencia política en Estados Unidos y el papel de los extremismos ideológicos en el país. Mientras tanto, las autoridades continúan la cacería del sospechoso, considerado armado y extremadamente peligroso.