Minneapolis vivió una de sus jornadas más trágicas el miércoles, cuando un hombre vestido de negro abrió fuego contra estudiantes que participaban en una misa escolar en la Escuela Católica Annunciation, ubicada en un barrio residencial del sureste de la ciudad.

El ataque dejó como saldo la muerte de dos menores de edad y al menos 17 personas heridas, entre ellos 15 niños y dos adultos que fueron trasladados de urgencia a distintos hospitales de la zona.

Según las autoridades, el agresor —un joven de unos 20 años, armado con un rifle, una escopeta y una pistola— disparó decenas de veces a través de las ventanas de la iglesia, sembrando el pánico entre los alumnos y padres de familia que intentaban resguardarse. Tras el ataque, el atacante se quitó la vida en el lugar.

El jefe de policía de Minneapolis, Brian O’Hara, calificó el hecho como “un acto deliberado de violencia contra niños inocentes y fieles indefensos”. En sus palabras: “La crueldad y la cobardía de disparar contra una iglesia llena de niños es absolutamente incomprensible”.

El ataque ocurrió apenas dos días después del inicio del ciclo escolar en la institución, que atiende a cerca de 395 alumnos de primaria. La televisión local mostró escenas de padres desesperados tratando de rescatar a sus hijos mientras la zona era acordonada por la policía.

Las autoridades confirmaron que el tirador no contaba con un historial criminal extenso y aún no se ha revelado su identidad. Investigadores analizan varios videos publicados en línea que podrían estar vinculados al atacante, aunque no se ha establecido un motivo oficial.

El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, reaccionó visiblemente indignado: “No digan que ahora mismo se trata solo de pensamientos y oraciones. Estos niños estaban literalmente rezando. Era la primera semana de clases. Estaban en una iglesia”.

La masacre reaviva el debate nacional sobre la violencia armada en Estados Unidos. De acuerdo con la Base de Datos de Tiroteos Escolares K-12, este año se han registrado más de 140 incidentes en centros educativos del país.

Por su parte, el presidente Donald Trump afirmó que el FBI ya se encuentra en el lugar y pidió a los estadounidenses unirse en oración por las víctimas. En tanto, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, informó que su departamento mantiene coordinación con las autoridades locales para dar seguimiento a la investigación.