La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, salió al paso de las acusaciones del gobierno de Estados Unidos contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien se le señala de tener vínculos con cárteles de la droga. Durante una conferencia de prensa, Sheinbaum afirmó que en México “no hay ninguna investigación” contra el mandatario venezolano y que es “la primera vez” que escucha sobre el tema.

El Departamento de Justicia estadounidense acusa a Maduro de utilizar organizaciones criminales como el Tren de Aragua, el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Los Soles para introducir drogas a su territorio. Según la secretaria de Justicia, Pam Bondi, de las 30 toneladas de narcóticos provenientes de Venezuela incautadas por las autoridades, siete estarían directamente vinculadas al presidente venezolano. Bondi calificó a Maduro como “uno de los narcotraficantes más grandes del mundo” y “una amenaza a la seguridad nacional” de EE. UU., anunciando una recompensa récord de 50 millones de dólares por información que conduzca a su captura, una cifra que supera incluso la ofrecida por Osama Bin Laden tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Consultada sobre la presunta conexión entre el Cártel de Sinaloa y Maduro, Sheinbaum fue categórica: “Si tienen alguna prueba, que la muestren. Nosotros no tenemos ninguna prueba relacionada con esto”, descartando que la justicia mexicana esté investigando vínculos de su homólogo venezolano.

El gobierno de Venezuela también respondió con dureza. El canciller Yván Gil calificó las acusaciones como “un show, una burda operación de propaganda política y la cortina de humo más ridícula”.

Otros líderes latinoamericanos han expresado su respaldo a Maduro. El expresidente de Bolivia, Evo Morales, condenó en la red social X las “nuevas amenazas” de Estados Unidos contra el mandatario venezolano, acusando a Washington de actuar como “policía del mundo” y de buscar apropiarse de los recursos naturales de Venezuela, incluyendo petróleo, gas, oro y minerales estratégicos.