El Ejército israelí confirmó que un bombardeo de precisión en la ciudad de Gaza, realizado la noche del domingo, provocó la muerte de Anas Al-Sharif, reportero palestino de la cadena catarí Al Jazeera. De acuerdo con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el comunicador utilizaba su acreditación de prensa como fachada para dirigir operaciones armadas de Hamás.

En un comunicado difundido en la red social X, el ejército lo describió como “un terrorista que se hacía pasar por periodista” y afirmó que encabezaba una célula responsable de ataques con cohetes contra civiles y fuerzas militares israelíes. Documentos obtenidos en Gaza —que incluyen listados de miembros de Hamás, registros de entrenamiento y planillas de pago— fueron presentados por Israel como respaldo de estas acusaciones.

Al-Sharif, figura conocida entre corresponsales en la Franja, ya había sido señalado previamente por autoridades israelíes, aunque sin que hasta ahora se presentaran pruebas verificables ante organismos independientes. El caso reaviva el debate sobre el uso de credenciales periodísticas en zonas de conflicto y las acusaciones cruzadas entre Israel y medios internacionales.

Hasta el momento, Al Jazeera no ha emitido una respuesta oficial sobre la muerte de su reportero ni sobre las imputaciones presentadas por el ejército israelí.