Moscú – Las Fuerzas Armadas de Rusia ejecutaron un nuevo ataque de gran escala contra objetivos militares en territorio ucraniano, utilizando misiles aerobalísticos hipersónicos Kinzhal y drones de largo alcance, según confirmó este lunes el Ministerio de Defensa ruso.

La operación tuvo como blanco principal la infraestructura de aeródromos militares ucranianos, en el marco de lo que Moscú continúa denominando su "operación militar especial". El Ministerio afirmó en un comunicado que “todos los objetivos fueron alcanzados con éxito”, sin detallar el número de misiles utilizados ni las regiones afectadas.

El uso de misiles hipersónicos Kinzhal —capaces de superar velocidades Mach 10 y evadir sistemas antimisiles— representa una escalada en la intensidad y precisión de los ataques rusos. Esta no es la primera vez que el Kremlin recurre a esta tecnología en el conflicto, pero el carácter masivo del ataque ha despertado preocupación internacional por el nivel de destrucción potencial.

Balance militar ruso: miles de drones y aeronaves destruidas

En su más reciente informe sobre el conflicto, el Ministerio de Defensa ruso aseguró que desde el inicio de la invasión a Ucrania ha destruido 664 aviones, 283 helicópteros y más de 74,000 drones enemigos, así como decenas de miles de vehículos blindados y otras unidades tácticas.

Las autoridades ucranianas aún no han confirmado oficialmente el alcance de los daños causados por este último ataque, aunque fuentes militares han reportado explosiones en distintas bases aéreas en el este y sur del país.

El bombardeo ocurre en un momento de renovadas tensiones diplomáticas y mientras Ucrania sigue pidiendo apoyo aéreo más avanzado a sus aliados occidentales.