Tegucigalpa, Honduras – La Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), a través de sus unidades de apoyo estratégico, operaciones especiales y comunicaciones, capturó este lunes a Noé Sebastián Palacios Rodríguez, ex agente de la Policía Nacional, acusado por el delito de secuestro en grado de tentativa inacabada y asociación para delinquir.
La detención se llevó a cabo en la colonia Monterrey de Tegucigalpa, como parte de una operación de seguimiento a la banda criminal del “Mango”, organización delictiva desarticulada parcialmente en febrero de este año tras una serie de allanamientos simultáneos en los departamentos de Francisco Morazán, El Paraíso y Choluteca.
Una estructura criminal con nexos policiales
La investigación, dirigida por el Equipo Fiscal Contra el Microtráfico de Drogas y Asociaciones para Delinquir, reveló que esta banda contaba con al menos 24 miembros, entre ellos funcionarios activos y ex agentes de la Policía Nacional, lo que ha generado serias preocupaciones sobre la infiltración del crimen organizado en cuerpos de seguridad del Estado.
Entre los detenidos se encuentran los policías Elmer Renán Ávila Triminio, Roswin Adermi Zelaya Godoy, y el ex inspector Juan Carlos Varela Godoy, además de cabecillas identificados como Carlos Humberto Sauceda Andino y Rafael Eurico Merlo Moncada, alias “Chori”.
Delitos graves y objetivos múltiples
La fiscalía ha documentado nueve eventos delictivos cometidos por la estructura, que incluyen delitos como tentativa de secuestro, robo con intimidación, hurto, y actos preparatorios para asesinato, afectando a empresas privadas, establecimientos comerciales, un congresista, testigos protegidos y otros derechos fundamentales.
Uno de los casos más emblemáticos es el intento de robo y secuestro en una empresa de lotería electrónica en Danlí, ocurrido el 13 de junio de 2022, donde un testigo protegido fue tomado como objetivo directo por los miembros de esta red criminal.
Las investigaciones continúan en coordinación con el Centro Antipandillas Transnacional (CAT), buscando cerrar el cerco contra los últimos miembros operativos de la banda.
