Pekín, 22 de julio de 2025 — China está construyendo en secreto lo que podría convertirse en el centro de comando militar más grande del mundo, diseñado para proteger a su liderazgo en caso de una guerra nuclear, según informes recientes de The Telegraph y The Financial Times.

El complejo, conocido como la Ciudad Militar de Pekín, se ubica a unos 20 kilómetros al suroeste de la capital china y abarca más de 600 hectáreas, de acuerdo con la inteligencia estadounidense. Las obras iniciaron a mediados de 2024 y el sitio ya cuenta con cerca de 100 grúas activas, en un contexto que contrasta notablemente con la paralización de otros megaproyectos en el país, afectados por la prolongada crisis del mercado inmobiliario.

Las imágenes satelitales revisadas por analistas militares muestran profundas excavaciones, que se cree servirán para construir búnkeres reforzados destinados a proteger al alto mando del Ejército Popular de Liberación (EPL) frente a un eventual conflicto nuclear. El ex jefe de análisis de China de la CIA, Dennis Wilder, declaró a The Telegraph que este desarrollo podría reflejar la intención de Pekín de “fortalecer su capacidad avanzada de combate nuclear”.

La Ciudad Militar de Pekín sería aproximadamente diez veces más grande que el Pentágono, sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos, lo que la convertiría en el nuevo centro neurálgico del poder militar chino.

Según The Financial Times, este proyecto forma parte de un ambicioso plan estratégico del EPL rumbo a su centenario en 2027, que incluye:

• Ampliación acelerada del arsenal nuclear

• Integración de ramas militares terrestres, aéreas y navales

• Fortalecimiento del sistema de mando y control

Un punto clave en la estrategia de Pekín es Taiwán, considerada por China como una provincia separatista. El presidente Xi Jinping ha reiterado su intención de “reunificar” la isla con el continente, “les guste o no” a sus habitantes, según reportó The Telegraph. En línea con esta política, la inteligencia estadounidense asegura que Xi ha dado instrucciones al EPL para prepararse para una posible invasión de Taiwán en 2027.

Este megaproyecto militar no solo redefine el paisaje de defensa nacional china, sino que también aumenta la tensión geopolítica en el Indo-Pacífico, al reforzar la percepción de que Pekín se prepara para escenarios de guerra a gran escala.