Tegucigalpa, 13 de julio de 2025 — La economía hondureña continúa mostrando señales de recuperación y dinamismo. Según el último informe del Banco Central de Honduras (BCH), la actividad productiva nacional —medida por la serie original del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE)— registró un crecimiento de 3.8% a mayo de 2025, impulsada principalmente por la demanda interna y externa, especialmente en sectores agroindustriales.
El informe destaca que el consumo de los hogares, las exportaciones y el acceso al crédito han sido claves para dinamizar la producción de bienes y servicios. Entre los sectores que más contribuyeron al desempeño económico se encuentran la Intermediación Financiera, Comunicaciones, Agricultura y Pesca, Transporte y Almacenamiento, Comercio, y la Industria Manufacturera.
La Intermediación Financiera mostró un notable crecimiento por el aumento de ingresos por intereses sobre préstamos, mayor uso de tarjetas de crédito y servicios bancarios. También se reportó un buen desempeño de los institutos de previsión social, gracias a aportaciones y rendimientos sobre inversiones.
En el sector de Comunicaciones, el crecimiento fue atribuido al auge en telefonía móvil, tráfico de datos, servicios empresariales como almacenamiento en la nube y ciberseguridad, además de un repunte en los servicios postales favorecidos por el comercio electrónico.
Por su parte, la Agricultura registró un desempeño sostenido, liderado por el cultivo de café, que continúa beneficiándose del buen precio internacional. También se destacó el crecimiento en la producción de granos básicos, caña de azúcar, hortalizas y palma africana. En pesca y acuicultura, aumentó la producción de camarones, tilapias y langostas, con importantes exportaciones hacia Estados Unidos, México, Alemania y Hong Kong.
El Comercio también reflejó expansión, especialmente en ventas de alimentos, productos farmacéuticos, maquinaria, abonos y prendas de vestir. Este comportamiento se relaciona con el flujo de remesas, mejores remuneraciones y acceso al crédito.
El área de Transporte y Almacenamiento creció gracias al mayor movimiento de pasajeros, mercancías y servicios logísticos, mientras que la Industria Manufacturera se expandió por la elaboración de alimentos y bebidas —incluyendo café beneficiado, aceites, cervezas y productos de pescado— además de un aumento en la fabricación de químicos, derivados del hierro y exportaciones de arneses automotrices, principalmente hacia Estados Unidos, Guatemala y Nicaragua.
Este desempeño positivo ocurrió pese a la caída del rubro textil, uno de los sectores más sensibles en el contexto regional.
El BCH concluyó que este crecimiento refleja la resiliencia de los sectores productivos del país y su capacidad para adaptarse a los desafíos del entorno económico global.