Kerrville, Texas – 11 de julio de 2025.
La tragedia causada por las históricas inundaciones en el centro de Texas durante el fin de semana del Día de la Independencia ha cobrado ya 120 vidas, mientras más de 170 personas continúan desaparecidas, según la última actualización de las autoridades.

El condado de Kerr, al noroeste de San Antonio, ha sido el más golpeado por el desastre natural, con 96 víctimas mortales confirmadas, mientras que el resto de fallecidos se distribuyen en al menos otros cinco condados vecinos.

Uno de los escenarios más trágicos se vivió en el campamento de verano Mystic, ubicado junto al río Guadalupe, donde 27 niñas y monitores murieron tras ser sorprendidos por la crecida repentina del caudal. Aún permanecen desaparecidos cinco menores y un monitor, según confirmó Jonathan Lamb, jefe de policía de Kerrville, quien indicó que el foco sigue en las labores de rescate y reunificación de familias.

Las autoridades locales enfrentan crecientes cuestionamientos por no haber ordenado evacuaciones a tiempo pese a las advertencias del Servicio Nacional de Meteorología (NWS), que desde la 1:00 a.m. del sábado 5 de julio había emitido alertas de inundación para los condados de Kerr y Bandera.

Además, se ha criticado la falta de comunicación interna en el campamento Mystic, ya que los monitores no contaban con equipos de radio o walkie-talkies para coordinar la emergencia. Residentes entrevistados por la agencia EFE aseguran que recibieron alertas de lluvia intensa, pero nunca se les pidió evacuar.

En un giro revelador, el Departamento de Gestión de Emergencias de Texas confirmó que hace diez años el estado rechazó dos solicitudes de financiamiento para instalar un sistema de alerta temprana de inundaciones en el condado de Kerr.

Mientras las labores de búsqueda continúan, crecen las voces que exigen responsabilidades por lo que muchos consideran una catástrofe anunciada.