El presidente colombiano Gustavo Petro lanzó este viernes una dura crítica contra sus pares de América Latina por lo que calificó como un “silencio preocupante” frente a las operaciones militares de Estados Unidos en el Caribe y el Pacífico oriental, donde han sido atacadas lanchas supuestamente cargadas con droga, dejando un saldo de 82 personas fallecidas.
Durante su discurso en la isla de San Andrés, al clausurar la II Cumbre de los Pueblos Étnicos del Caribe Occidental, Petro afirmó que ningún mandatario latinoamericano ha llamado a otro para analizar una respuesta conjunta. “Estamos siendo invadidos”, sentenció, al cuestionar la ausencia de coordinación regional ante estos hechos.
El jefe de Estado colombiano fue más allá al calificar los ataques como una “invasión” directa, argumentando que no existen aguas internacionales en el Caribe. Según Petro, este mar está conformado por pueblos con estructuras políticas, sociales y económicas propias, por lo que los ataques ocurren en territorios que no pertenecen a quienes disparan los misiles.
“No hay aguas internacionales en el Caribe, luego caen los misiles en aguas que no son de los dueños de los misiles”, insistió el mandatario, en una declaración que generó fuertes reacciones tanto dentro como fuera del país.
Petro ha sido uno de los críticos más constantes de las operaciones antidrogas de Estados Unidos en la región. De acuerdo con sus señalamientos, al menos 21 lanchas han sido hundidas en estas acciones, con un saldo humano que, asegura, revela una estrategia más militar que cooperativa.
Esta postura ha deteriorado seriamente la relación entre Bogotá y Washington. En septiembre, Estados Unidos le retiró el visado al mandatario colombiano y posteriormente el Departamento del Tesoro lo incluyó, junto a personas de su entorno, en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), luego de que el presidente Donald Trump lo señalara como un “líder del narcotráfico”.
Lejos de moderar su discurso, Petro volvió a cuestionar directamente a su homólogo estadounidense, afirmando que los ataques se dirigen contra quienes podrían colaborar en una lucha efectiva contra el narcotráfico. “Si el objetivo fuera vencerlo, no estarían atacando a quienes pueden ayudar”, subrayó.
El mandatario cerró su intervención defendiendo el papel de Colombia en la lucha antidrogas, asegurando que el país incauta grandes cantidades de cocaína sin recurrir a la violencia letal. “¿Quién conoce mejor el Caribe que nosotros mismos? El problema no es la droga, es el control”, concluyó, marcando una vez más su distancia con la estrategia de Estados Unidos en la región.