La tensión entre la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y el Poder Ejecutivo escaló este viernes luego de que su rector, Odir Fernández, denunciara un bloqueo financiero que calificó como “inédito” en la historia reciente de la institución. Según aseguró, la Secretaría de Finanzas mantiene retenidos más de 1,300 millones de lempiras del presupuesto ordinario.
Fernández advirtió que esa retención no es simplemente un retraso administrativo, sino una acción que está provocando un deterioro visible en la operatividad interna de la universidad, afectando desde procesos administrativos hasta compromisos laborales que la institución está obligada a honrar.
“Se nos castiga y no nos transfieren; nos adeudan hasta hoy L 1,300 millones. La institución debe cumplir sus deudas y respetar los derechos del personal, entre ellos vacaciones y el décimo tercer mes”, expresó el rector, visiblemente indignado por la situación que —según él— amenaza la estabilidad institucional.
La UNAH, que sostiene una de las mayores cargas académicas y de investigación del país, enfrenta ahora una presión creciente para evitar la paralización de servicios esenciales. Fernández señaló que, de persistir el bloqueo financiero, podría verse comprometida la continuidad de proyectos, mantenimiento de instalaciones y actividades de docencia.
El rector aseguró haber enviado múltiples solicitudes a la Secretaría de Finanzas sin obtener respuesta. “Nuestras gestiones han sido formales, directas y reiteradas. No hemos recibido ninguna explicación técnica que justifique esta retención tan prolongada”, agregó.
Dentro de la comunidad universitaria el anuncio ha encendido las alarmas. Trabajadores, docentes y estudiantes consideran que la situación podría desbordarse si no se libera el presupuesto a tiempo, pues la UNAH depende completamente de las transferencias estatales para cubrir sus operaciones básicas.
Analistas del sector educativo coinciden en que un retraso de esta magnitud no solo afecta la liquidez de la institución, sino que genera un clima de incertidumbre en una universidad que ya lidia con desafíos estructurales, reformas pendientes y demandas de mayor inversión en educación superior.
Fernández concluyó con un llamado directo a la Secretaría de Finanzas y al Gobierno: “Pedimos responsabilidad institucional y respeto a la autonomía universitaria. Exigimos la liberación inmediata de los fondos para garantizar que la UNAH pueda seguir cumpliendo su misión con el país”.