Las lluvias que azotan Honduras han dejado una estela de destrucción y dolor. La Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales confirmó este martes que tres personas han muerto por sumersión, mientras que unas 7,946 han sido afectadas por las precipitaciones.

Entre las víctimas se encuentra una niña de 12 años que fue arrastrada por una quebrada en La Labor, Ocotepeque, cuando intentaba cruzarla junto a su hermana. El cuerpo fue recuperado por bomberos tras una intensa búsqueda.

Los otros dos fallecidos son hombres de 19 y 54 años, quienes murieron el fin de semana en Santa Bárbara y Copán, también en el occidente del país.

El fenómeno climático, causado por una vaguada en superficie, ha generado lluvias de intensidad débil a moderada, con tormentas eléctricas en varias zonas. En total, 2,341 familias han sido afectadas, 194 viviendas presentan daños y 16 han sido destruidas por completo.

Además, 45 comunidades permanecen incomunicadas en al menos cinco departamentos, lo que ha dificultado las labores de rescate y asistencia.

La Secretaría mantiene alerta amarilla en Santa Bárbara, Ocotepeque, Copán, Lempira e Intibucá, así como en ocho municipios de Cortés, Yoro y Atlántida por la crecida del río Ulúa. También se ha extendido la alerta verde en La Paz, Comayagua, Francisco Morazán, Choluteca, Valle y Cortés.

Las autoridades exhortan a la población a mantenerse informada y seguir las indicaciones de los cuerpos de socorro, especialmente en zonas propensas a deslizamientos, hundimientos o inundaciones.