En la noche del martes, Yoro se tiñó de incertidumbre y dolor cuando Óscar Bustillo, candidato a diputado por el partido Libertad y Refundación (Libre), fue brutalmente atacado dentro de su propia casa en el barrio Montecristo. Un grupo armado irrumpió en la vivienda cuando Bustillo regresaba de actividades políticas, dejando tras de sí una estela de consternación en la clase política local.

El crimen ocurrió sin mensaje previo y con violencia calculada, lo que sembró el miedo entre la población. Las autoridades aún no han revelado un móvil claro, y los familiares insisten en que Bustillo no tenía enemigos conocidos, gozaba de una popularidad sólida y mantenía relaciones cordiales con la comunidad.

El impacto de su muerte se sintió tanto en despachos oficiales como en redes sociales. Diferentes actores políticos han exigido respuestas y una investigación urgente. En zonas como Yoro, el crimen reavivó temores vinculados al repunte de violencia política en periodos electorales, un fenómeno observado en episodios anteriores que estremecieron al país.

La familia del político sostuvo que “no hay explicaciones plausibles”, ya que Óscar era reconocido por su trabajo cercano con vecinos y su compromiso con Libre. Reclaman que se investigue también si hubo intención política detrás del asesinato, dada su reciente participación en eventos y reuniones partidarias.

Este hecho ocurre en un momento de alta tensión política nacional. Las elecciones legislativas se aproximan, y crímenes como este añaden presión sobre las instituciones, que deben garantizar seguridad y justicia sin titubeos. Según expertos, este tipo de episodios erosiona la confianza ciudadana en el proceso electoral.

Aunque aún no se han presentado sospechosos ni pruebas concluyentes, las autoridades locales han comenzado a recabar testimonios y revisar cámaras de seguridad del sector. La fiscalía regional aseguró que “no habrá impunidad” y que se trabaja “de manera técnica y diligente” para esclarecer el hecho.

Mientras tanto, Libre ha convocado un paro simbólico en la región y llamó a la calma, apelando a la responsabilidad cívica. Su comunicado destacó que “este doloroso suceso no debe ser una excusa para retroceder en la democracia, sino un llamado a fortalecerla y a actuar con decencia y firmeza”.