FUTH y trabajadores del SANAA acusan al Gobierno de incumplir promesas sobre respeto a derechos laborales.
Bajo consignas de justicia y respeto a los derechos laborales, integrantes de la Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras (FUTH) realizaron un plantón este jueves frente a Casa Presidencial, denunciando una creciente ola de despidos injustificados, maltratos y el irrespeto al fuero sindical por parte de funcionarios del actual Gobierno.
Los manifestantes acusaron a varios ministros de Estado de actuar en contra de los compromisos adquiridos con los trabajadores organizados. Aseguran que existen casos de sindicalistas despedidos sin justificación, pese a que gozan de protección legal mediante cláusulas sindicales que, afirman, están siendo ignoradas por las autoridades.
“La presidenta Xiomara Castro prometió que su Gobierno respetaría a los sindicatos, pero eso no se está cumpliendo. Hoy vemos despidos, acoso laboral y expedientes paralizados”, señaló uno de los voceros del movimiento.
Particularmente enfáticos fueron los representantes del Sindicato de Trabajadores del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), quienes acusaron a sus superiores de intransigencia y negativa a reconocerles el fuero sindical, lo que, según afirmaron, vulnera sus derechos fundamentales como trabajadores organizados.
Otro de los reclamos centrales fue dirigido al ministro de Trabajo, a quien los protestantes responsabilizan de tener expedientes administrativos engavetados, sin resolver conflictos laborales que afectan a diferentes sectores del aparato estatal. "Lo que pedimos es atención, no represión ni silencio institucional", reclamaron.
Los sindicalistas exigieron al Gobierno el reintegro inmediato de los trabajadores despedidos, así como el respeto a las cláusulas sindicales acordadas en convenios colectivos. Consideran que los atropellos recientes representan una contradicción directa con el discurso oficial de respaldo a la clase trabajadora.
“Los derechos sindicales no se negocian ni se silencian. Estamos aquí para exigir que se cumpla lo prometido, porque la organización de los trabajadores no puede ser vista como una amenaza”, concluyó un dirigente de la FUTH.