Tegucigalpa, 13 de julio de 2025 — En su homilía dominical celebrada en la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel, el arzobispo de Tegucigalpa y presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), José Vicente Nácher, lanzó un llamado contundente contra la inequidad y el egoísmo social. “Un mundo de descartes e inequidades no es el proyecto querido por Dios. Jamás el bien de unos pocos, olvidando el de muchos, será el camino para heredar la vida eterna”, expresó con firmeza.
Durante su reflexión, el prelado recordó que ser cristiano implica un “sorprendente encuentro con Cristo, que nos espera donde menos lo pensamos”, y que nuestras obras deben dar testimonio de dónde está nuestro corazón. “Practicar la misericordia con Cristo es necesario y es posible”, aseguró.
El arzobispo abordó también el misterio de la reconciliación universal, señalando que “Cristo es el fin en el que todas las cosas serán reconciliadas, es decir, armonizadas con las otras realidades y todas puestas en su lugar para dar gloria a Dios”.
A lo largo de su mensaje, Nácher reiteró que Dios Padre ama incondicionalmente y ofrece una “maravillosa oferta de amor que pide ser recibida, vivida y compartida”. La clave de la vida cristiana, agregó, está en “una divinidad que busca esperando y una humanidad que espera buscando”.
Como es habitual, la homilía concluyó con la lectura del Evangelio del día, tomado de Lucas 10, 25-37, en el que Jesús responde a un doctor de la ley sobre cómo alcanzar la vida eterna: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo”.
El mensaje dominical del arzobispo resonó con fuerza entre los fieles presentes y se interpreta como un llamado a vivir una fe encarnada en la justicia, la solidaridad y el amor al prójimo.